Los ’60 y los ’70 fueron los años del boom de la literatura latinoamericana y de los cambios de ‘hábitos’ en todos los aspectos, políticos, sociales, sexuales. Ese estallido mundial tuvo su cenit, por mencionar solo algunos, en Estados Unidos, con las contradicciones de la Guerra de Vietnam, el flower power, el feminismo, el movimiento gay; con films como ‘Busco mi destino’ y más tarde ‘Z’ de Costa Gavras, Martin Luther King y luego Nelson Mandela. El Mayo Francés, el Franquismo, en España, el Cordobazo en la Argentina. Las jóvenes generaciones intentaban encontrar un cauce a ese idealismo ávido y febril que los identificaba. En medio de ese mar embravecido, la Argentina era testigo de trovadores y canciones que se convirtieron en ‘caballitos de batalla’ de un público que se hermanaba con los artistas al escuchar las letras, por ejemplo, de ‘Por qué cantamos’ de Mario Benedetti y Alberto Favero; o disfrutaba de ese clásico de la España franquista a través de ‘¡Ay, Carmela!’ o de aquella canción italiana inolvidable que es ‘Bella Ciao’, tan romántica como melancólica y tan poética como ‘La bicicleta blanca’ de Ferrer y Piazzolla.
Este intenso y acariciante revivals proveniente de un baúl de los recuerdos que se abre con estas canciones para los que han vivido esa época, o los jóvenes que recién las descubren, coinciden en este espectáculo musical endiabladamente original y admirable que creó Pablo Gorlero (sí, el mismo que cautivó a chicos y grandes con “Saltimbanquis” que lleva varias temporadas en cartel), en el que curiosamente y enfáticamente el público participa acompañando a los artistas con sus voces o su batir de palmas y pronunciados aplausos.
‘De eso no (sí) se canta’ es un inteligente show músico-teatral, que se disfruta de principio a fin y despierta ilusiones y sentimientos que parecen haber caído en el olvido y renacen a través de cuatro voces privilegiadas de jóvenes intérpretes, cuyo entusiasmo y excelente predisposición para comunicarse con el público a través del humor, o el coincidir de emociones, no obnubila su muy bien aprendido oficio de cantores y cantoras que le aportan una clara identidad a temas como ‘Te recuerdo Amanda’ del chileno Víctor Jara; a ‘Maestros de la Guerra’ de Bob Dylan; o a las ya clásicas locales ‘Canción de Alicia en el país’ (Charly García) y ‘Balada del Comodus Biscach’ (María Elena Walsh).


Pablo Gorlero conocedor de los más sutiles secretos del género musical, ideó una eficaz puesta en escena, en una de las bellísimas salas, de sorprendente arquitectura, del teatro La Comedia.
El show tiene algo del formato de café concerts, los actores van modificando su vestuario en escena, los músicos están ahí a centímetros del público y Deborah Turza, Julián Rubino, Laura González y Nicolás Cúcaro, ‘transpiran la camiseta’ como popularmente se dice para comunicarse con ese público que sonríe, gestila, se abraza con el que tiene al lado, o se tapa la boca de asombro al recorder viejos momentos. Los arreglos musicales de Juan Ignacio López (piano) y Mariano Margarit, resultan más que acertadísimos. Hay que verlos y disfrutarlos.

Calificación: Muy bueno
Juan Carlos Fontana
Ficha técnica:
DE ESO NO SE CANTA. Idea, dramaturgia y dirección: Pablo Gorlero. Intérpretes: Deborah Turza, Julián Rubino, Laura González y Nicolás Cúcaro. Músicos: Juan Ignacio López y Tomás Pol. Coreografía: Verónica Pecollo y Agustín Maccagno. Iluminación: Rodrigo González Alvarado. Sala: La Comedia. Funciones: Lunes, 21.15. Duración: 75 minutos.